sábado, 22 de octubre de 2016

Poesia punki o como destrozar un clásico

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía es el vómito que me produce
tu mirada perdida de no muerto.
Poesía es el asco que golpea
mi corazón cuándo te veo cruzar la puerta.
Es el esputo que lanzo contra
tu rostro, cuando intentas besarme,
Poesía es decirte que me repugnas,
que salgas de mi vida.
Poesía es mi puño contra
tu cara.
Poesía eres tú.

Sin titulo

Los rugidos del
alma
atronan los oídos
de los muertos
que se pudren bajo
una tierra
estéril, sombría,
atravesada por
ríos de sangre
semejantes a
heridas abiertas.

La pena es el viento
que la azota,
transportando los
esqueletos de las
esperanzas muertas.

El tiempo, detenido
en ese instante
de dolor intenso,
se diluye en las
lágrimas
de quien esto escribe.

Sintiendo la pena de
un corazón
que se rompe y desgaja
mientras cientos de
perros hambrientos
lamen la sangre
que cae sobre la acera
esperando el festín
de la muerte,

La fiesta de la
desesperanza.

Mala hostia

 El asco sube por
mi garganta, ahogando
cualquier pensamiento.

La frialdad se apodera
de mi mente
como un
permafrost.

El corazon se para
bombeando mala hostia.

Recibe la bofetada
de mi indiferencia

Tu ineptitud como
ser humano, me demuestra
que no meceres el
apelativo de persona.

Nº 1

Perdemos las palabras que no
decimos.

Terminan en un rincón del universo
donde se van pudriendo.

Su fetidez infecta nuestros corazones,
corrompiéndolos.

Paseamos por nuestra existencia
con la mirada perdidas,
como autómatas.

Nuestras defensas nos aíslan del
exterior.

Mientras, la gangrena se
extiende en nuestro interior.

Hace mucho tiempo que dejamos de vivir
para tan solo existir.

Para Encotrarte

Cruce bosques de espinas,

             Atravesé ríos de lágrimas,

 lagos sangre.

             Subí montañas de huesos

creadas por la simiente de los no queridos.

Trate de atraerte.

             Lloré historias en la ciudad de los muertos,

donde no existe ningún sentimiento.

             Trové para reyes impotentes,

reinas putas y príncipes idiotas.

             Canté baladas de dolor y muerte,

bajo la atenta mirada de las bestias del bosque.

              Toqué extraños instrumentos de oro y hueso

en las cuevas de los trolls y los enanos.

               Susurré amorosas palabras en oídos

que no deberían haberlas escuchado.        

               Enfrié corazones ardientes.

               Fragmenté corazones de hielo,

pero a ti no te encontraba.

                Ahora, yazco solo perdido,

mi cuerpo me ha abandonado,

 no puede seguir mi viaje.

                Soy una niebla que camina.

Formo parte de la realidad, sin imposiciones corporales.

                Dejé de buscarte.

Entonces, te vi. Entonces me vi.

                Nunca te habías ido, era  yo

el que estaba perdido.

                 El que por encontrar una fantasía,

se perdió en la realidad.

                 Cuanto más te buscaba.

Más me perdía

                 Por qué éramos uno,



y al no reconocerte deje de verme.

A LA COURTNEY

El día que
la parieron,
el sol se puso
rojo como
sus labios.

Los gritos de
dolor de su madre
la embriagaron
de mala hostia.

Arrasa por el
mundo como Atila.

A su paso, la tierra
se parte y
sus enemigos, son
devorados por
el fuego del infierno.

Encuentros



Soy la imagen

de la nada,
flotando etérea

en la inocencia
de la inexistencia.
Sin consciencia llegué
hasta la penumbra
de tu oscuridad
donde me apresó
tu lazo de fuego.

Como una mariposa
atrapada intente huír,
pero cada movimiento
me enredaba más.

Despertaste, me viste,
sonreiste.

Te acercaste a mi
sigilosamente
con tus ojos
brillando como ópalos
incandescentes.

tus manos convertidas
en garras ardientes
iban creando en mi cuerpo
un mapa abrasador.

Tus labios, tus dientes,
herían mi piel
dejando a cada beso
quemaduras de deseo.

Mi interior se abrió
para ti, al contacto
de tus dedos con
esa parte olvidada
de mí.

Descargas eléctricas
llenaron mi corazón
derritiendolo,haciendo
que palpitara.

Tu lengua como un
río de lava ardierte
bajaba por mi cuerpo
hasta mi oscuridad.

El calor lleno mis venas,
convirtiendo mi sangre
en fuego mientras
sentia cómo me penetrabas
entre mis llantos y gemidos.

Moviendote sobre mi,
tocándome, besándome
impedías que pudiera
repirar, pensar, escapar.

Rasgaste mi pecho
con tus propias manos,
atrapaste mi corazón
entre tus dedos.

Te lo comiste mientras
me llenabas de oscuridad.
Cuándo mi último grito
rasgó el aire,las tinieblas
se llenaron de estrellas