El día que
la parieron,
el sol se puso
rojo como
sus labios.
Los gritos de
dolor de su madre
la embriagaron
de mala hostia.
Arrasa por el
mundo como Atila.
A su paso, la tierra
se parte y
sus enemigos, son
devorados por
el fuego del infierno.
Los gritos de
dolor de su madre
la embriagaron
de mala hostia.
Arrasa por el
mundo como Atila.
A su paso, la tierra
se parte y
sus enemigos, son
devorados por
el fuego del infierno.
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